¿Cuándo es el mejor momento para darle acceso a las redes sociales a mi hijo?
- Ana Cristina Zamora
- 14 ago 2024
- 5 Min. de lectura
En la era digital actual, las redes sociales se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana, especialmente entre los jóvenes. Se han creado mundos virtuales en los que ellos participan con consecuencias positivas y negativas. Por ello es muy importante analizar bien las implicaciones de darle acceso a un dispositivo y así mismo a una cuenta en las redes sociales.
Consideraciones Legales y Normativas
La mayoría de las plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram, TikTok y Snapchat, requieren que los usuarios tengan al menos 13 años para crear una cuenta. Esta restricción se debe a la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA) en los Estados Unidos, que regula la recopilación de información personal de niños menores de 13 años. Sin embargo, esta edad mínima no necesariamente indica que los niños de 13 años estén listos para las redes sociales. Es crucial que los padres evalúen otros factores antes de tomar una decisión.
Madurez Emocional y Social
La madurez emocional y social es un criterio fundamental al considerar cuando permitir que un niño acceda a las redes sociales. Los jóvenes deben ser capaces de manejar las interacciones sociales en línea, que a menudo pueden ser más complejas y más públicas que las interacciones en persona. Esto incluye la capacidad de lidiar con la presión de los compañeros, el ciberacoso y la exposición a contenido inapropiado.
Los padres deben observar cómo su hijo maneja las relaciones personales en la vida real. ¿Puede su hijo resolver conflictos de manera efectiva? ¿Entiende los conceptos de privacidad y seguridad? ¿Tiene la capacidad de regularse y reflexionar? Es importante considerar que estas capacidades se van aprendiendo y que los más jóvenes aún no las han desarrollado.
Plasticidad cerebral y el potencial para generar una adicción
El cerebro no termina de madurar hasta alrededor de los 25 años. Antes de esta edad, las actividades en las que más se involucra un niño o adolescente, van a ser cruciales para crear conexiones cerebrales que los predisponen para desarrollar habilidades, conocimientos y también emociones. Las redes sociales están diseñadas para estimular circuitos de dopamina que son los responsables de la sensación de anticipación y recompensa. Los diseñadores y programadores de estas plataformas buscan "engagement" o sea participación activa constante. Por esto existe el potencial de generar comportamientos adictivos provocando que el joven o niño no pueda dejar de usar su dispositivo para participar en las redes sociales. Esto puede tener un efecto en detrimento de su vida emocional y social.
Educación y Preparación
Antes de permitir que un joven acceda a las redes sociales, es fundamental proporcionarles educación sobre su uso responsable Esto incluye enseñarle sobre los riesgos y beneficios de las redes sociales, cómo mantener su información privada, y cómo comportarse de manera respetuosa y segura en línea. Los padres deben establecer reglas claras y expectativas sobre el uso de las redes sociales y tener conversaciones abiertas y continuas sobre sus experiencias en línea.
Monitoreo y reglas claras
La supervisión y el monitoreo son esenciales para garantizar un uso seguro y positivo de las redes sociales. Esto puede incluir la configuración de controles parentales, revisar las configuraciones de privacidad de las cuentas. Así mismo es importante crear espacios de comunicación en los que nos compartan sus intereses e inquietudes. Los adolescentes deben saber que cuando se decida que están listos para abrir una cuenta en redes sociales, como papás es importante que podamos tener acceso a la actividad que en esta cuenta existe. Así mismo, conforme vayan creciendo y mostrando un uso responsable, tendremos que darles su espacio de autonomía e independencia, adecuado para su edad.
Es importante que existan reglas claras del uso de los dispositivos antes de darles el acceso. Debe haber horarios y espacios delimitados para su uso. Así mismo es muy importante que existan tiempos programados para actividades sociales, físicas, deportivas y familiares libres de dispositivos. No podemos olvidar que como padres y madres, nosotros estamos modelando con nuestro propio comportamiento.
Impacto en la Salud Mental
Ahora es clara la relación entre el uso excesivo de las redes sociales puede tener un impacto negativo en la salud mental de los adolescentes, incluyendo el aumento de la ansiedad, la depresión, sentimientos de inadecuación o de exclusión. Es importante que los padres estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento o el estado de ánimo de sus hijos que pueda estar relacionado con su actividad en las redes sociales, para atenderlos y acompañarlos.
Por otro lado es importante considerar que los adolescentes han organizado su vida social a través de las redes sociales, por lo que es una herramienta para conectarse con sus pares. Es muy importante que las redes sociales complementen su vida social presencial y que nunca la sustituya. Así mismo las experiencias en la realidad social y las conversaciones con sus padres les pueden dar herramientas para distinguir las realidades ficticias que se construyen en las redes, así como los mecanismos que subyacen a los algoritmos que eligen el contenido al que están expuestos.
La psicología del desarrollo nos da pautas específicas que podemos seguir:
Evitar el acceso a pantallas en niños antes de los tres años de edad.
Limitar el uso de dispositivos en edad de preescolar. Privilegiar actividades manuales, sociales y físicas.
En edad escolar, incorporar el uso paulatino de dispositivos con objetivos específicos de desarrollo y aprendizaje, a través de dispositivos de uso familiar, evitando darles dispositivos para su uso personal con acceso a internet. Así mismo es importante posponer el acceso a una cuenta en redes sociales hasta que sean adolescentes con habilidades de autorregulación. Hay que establecer reglas sobre el uso de los dispositivos, con horarios y espacios específicos de uso. Si queremos apoyarles en sus hábitos para que tengan las condiciones necesarias para promover un sueño reparador, los dispositivos deben guardarse afuera de la habitación del niño.
En la adolescencia, establecer reglas claras de uso de dispositivos con límites de espacio y tiempo, asegurando que los dispositivos se guarden fuera de la habitación del adolescente. Posponer el acceso a redes sociales, sobre todo en la pubertad. Los adolescentes tienden a responder favorablemente al interés genuino que sus padres muestren hacia sus actividades y preferencias, lo cual nos puede dar una puerta de entrada al contenido que consumen en redes.
En todas las edades es importante que tengan acceso a actividades recreativas, deportivas, culturales, sociales sin pantallas, ni dispositivos, en las que disfruten y les permitan aprender habilidades útiles para su vida.
Promover conversiones en familia sobre emociones, relaciones de amistad, familiares, sus intereses, así como aspectos relevantes que sean vigentes en las vidas presenciales y en línea de sus hijos.
Determinar el mejor momento para permitir que un hijo acceda a las redes sociales es una decisión compleja que debe basarse en la evaluación individual de la madurez emocional y social del niño, su educación sobre el uso responsable de internet y la capacidad de los padres para supervisar y monitorear su actividad en línea.
En última instancia, la comunicación abierta y honesta entre padres e hijos es clave para apoyarles a navegar de manera segura y positiva el mundo de las redes sociales.

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